jueves, 13 de octubre de 2011

Limonar 40

Limonar 40
Paseo del Limonar, 40. Málaga
T. 952 06 02 25
www.limonar40.com











En esta ocasión he tenido la oportunidad de visitar este establecimiento no en calidad de cliente al uso, me explico: Limonar 40 acogía una jornada donde Juan Mari Arzak y Dani García eran los ponentes de un foro de empresarios de la provincia. Me ofrecieron asistir en calidad de fotógrafa al evento y desde el primer momento acepté de manera altruista la proposición y así poder disfrutar de la experiencia contada en primera persona de estos dos artesanos de la cocina. Esta sesión constaba de una ponencia previa y de un almuerzo posterior servido por el restaurante Limonar 40 y su chef Javier Hernández en sus instalaciones.

Lo habitual en este tipo de eventos es que el personal que está trabajando coma en alguna sala apartada del evento pero el mismo menú que el resto de comensales. Al finalizar la ponencia, los invitados pasaron al salón a almorzar y nosotros, los trabajadores, fuimos donde los responsables del local -que no del evento- nos indicaron. Nos ubicaron en una mesa en el salón del restaurante con el resto de clientes, que ofrecía su habitual servicio de comidas en paralelo al evento que en los jardines se desarrollaba. Hasta aquí todo normal. 

Ya conocía este lugar, así que más o menos sabía qué servicio ofrecen a sus clientes. El hecho de ir en concepto de trabajadora le daba un cariz diferente a esta afición que tengo de analizar restaurantes. Como es natural nos pusieron un menú cerrado donde no pudimos elegir los platos. De primero, ensalada. Sí, ensalada y punto. Un poco de lechuga, dos trozos de tomate y cuatro aceitunas, cuatro. La sorpresa fue el aderezo, desde que pusieron el primer plato en la mesa, el olor a vinagre podía tumbar al comensal incluso de la mesa de al lado. Algo indescriptible, fuerte no, potente, casi abrasador. Su sabor, imagínense, podría servir de colutorio para el tratamiento de cualquier problema bucal, bastante desagradable. De segundo, solomillo de ternera sobre cama de verduras y tostada crujiente. Este plato me ha gustado, algo escaso, quizás le hubiera añadido alguna salsa o guarnición que hiciera el plato más atractivo, más divertido. Era simplemente correcto, la cocción de la carne para mi gusto estaba bien, pero hubiera sido un buen detalle preguntar el punto que cada comensal quería, ya que no a todo el mundo le gusta la carne muy poco hecha. ¿Un poco más de pan? ¡Cómo no! pero servido pasando el brazo por la cara del comensal. Cuando he ido a sitios del mismo corte que este incluso en este, ni siquiera me he percatado de que no tuviera pan o agua e incluso si se me ha caído la servilleta, los camareros suelen estar pendientes de éste tipo de detalles (...) Para acompañar la carne pedimos vino, el mismo del evento, y nos sirvieron un Semele, Ribera del Duero, que evidentemente no era el mismo que el Sr. Arzak estaba degustando, y para colmo la temperatura de servicio no era en absoluto adecuada. El postre sin embargo sí estuvo a la altura de lo esperado, aunque los platos llegaron antes que los cubiertos, se trataba de un paquete de chocolate negro crujiente que encerraba un trío de chocolates en mousse, con salsa de chocolate y crujiente de frutos secos.  Pedimos un poco más de vino, pero obviaron la solicitud. Para finalizar, café.



Sin duda ni este menú ni el servicio recibido está a la altura de lo que se espera de un restaurante como Limonar 40. Y aquí es donde surge mi duda: ¿quizás este establecimiento tiene clientes de primera y de segunda? Yo soy de la opinión de que todo cliente ha de ser agasajado en igualdad,  independientemente de su procedencia, su aspecto o su aparente estatus social. Señores, no por llevar el logo de una empresa a la espalda dejamos de tener criterio o paladar; no por estar en horario laboral merecemos menos respeto; que ustedes no nos están haciendo un favor, la empresa encargada de la organización del evento es la que se hace cargo de abonar este almuerzo -que espero se nieguen a pagar-. Y si libremente nos ubican en el salón con el resto de clientes, entiendo que el servicio que se va a ofrecer va a ser el mismo para todas las mesas: las señoras servidas con prioridad a los caballeros, los platos se sirven por la derecha del comensal y se retiran por la izquierda, en ningún caso pasando el plato por delante de otro comensal... pero pude observar que en las mesas de los clientes de primera, fueron servidas según estas reglas básicas, la nuestra, no. Quizás alguien piense que son detalles, pero creo que el prestigio de un establecimiento se consigue a través de muchos pequeños detalles, no es suficiente contar con el Sr. Arzak o el Sr. García entre sus agasajados, porque al fin y al cabo, los que acudimos a los restaurantes somos los clientes anónimos que -como bien ha apuntado el Maestro Juan Mari- "vamos a disfrutar" y queremos recibir lo mejor del establecimiento.


El restaurante se ubica en el Palacio de Lira, edificio del siglo XIX con unos preciosos jardines en una zona   tranquila y residencial de la capital un lugar bonito, idílico, sí, pero señores ustedes no regentan un museo, ni una sala de eventos, ustedes pretenden -o eso entiendo yo- ofrecer un servicio gastronómico de calidad, por ello también ofrecen servicio de catering. 

No sé quién será el responsable de todo este desastre, pero me atrevo a apuntar tanto al Chef, por ofrecer platos que no están bien elaborados (y sino le reto a tomar la ensalada que nos han servido), como al Maitre, que ni apareció por el salón del restaurante, como a la dirección del establecimiento que permite que cosas así sucedan. Siento que la visita de dos grandes de la cocina española haya terminado en esta decepción. Cuando me ofrecieron asistir pensé que Limonar 40 sería un marco inmejorable para recibir a personalidades de este nivel, representando y dejando en buen lugar la oferta gastronómica de Málaga. Ha sido una gran desilusión ver que tras el escenario, en la tramoya, hay un lado obscuro donde las luces no brillan, ni se merecen los aplausos que al otro lado del telón se oyen.


2 comentarios:

  1. Hola, soy cliente de este restaurante y me parece que lo que comenta no tiene nada que ver con la realidad, no digo que usted mienta pero sin duda debe volver antes de hacer críticas con esta falta de criterio, le aseguro como cliente de limonar40 que es uno de los mejores restaurantes de Málaga, se come muy bien, el precio es muy adecuado, el servicio muy bueno y el entorno inigualable. Sin duda es un hecho aislado y debería volver antes de comentar esto.

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  2. Hola, en primer lugar agradecer su comentario. Darle mi enhorabuena por haber podido disfrutar de este restaurante como cliente de "primera". Como bien habrá leído indico que de forma excepcional no visité el establecimiento como cliente al uso (o de primera), estaba trabajando dando cobertura a un evento que alli realizaban y la organización dispuso que almorzáramos en la misma sala que el resto de clientes. Respeto su opinión al respecto del precio, la calidad de la comida y el servicio, el entorno.... es más, la comparto pero no puede poner en duda mis experiencias ni mi criterio. Afortunadamente se de lo que hablo y es un relato batante objetivo de lo que viví, había conmigo 4 persona más que podrían ratificar lo descrito. Efectivamente cuando he podido ir como usted, como cliente pagando, he disfrutado mucho, pero también, como explico en el post, creo que un restaurante de este nivel debe mantener la calidad para TODOS los clientes por igual. Un saludo.

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