Uvedoble

Uvedoble

Calle del Císter, 15. Málaga
T. 951 248 478

Precio Medio: 15€

www.uvedobletaberna.com

Buena ubicación, carta extensa y variada, precios estupendos y deliciosa comida: a priori esta pequeña taberna tiene todos los requisitos para ser un auténtico éxito. Llevaba meses queriendo ir a descubrir este pequeño lugar y desde luego el sitio bien merece una incursión. En su web podeis ver la carta al completo (ensaladas, croquetas, huevos rotos, morcillas, fideos negros, tataki de atún, molletes, magret de pato, albóndigas, presa, tostas, micuit, anchoas.....) y ya os adelanto que tiene una oferta de vinos más que aceptable, los precios en cuanto a relación calidad-cantidad son muy buenos.

Mi experiencia: tomé un par de cañas y media ración de ensalada uvedoble con queso de cabra, nueces caramelizadas (magníficas) y foie rallado y otra media de huevos rotos con gulas, no hay más que decir que los sabores son exquisitos, ni una sola pega, todo estupendo.

Ahora viene lo menos positivo: No pienso volver, al menos no si no cambian algo para mí casi tan importate como la comida: el servicio!

A esta, como ellos se autodenominan, taberna le falta un par de camareros pero de los de verdad. El sitio es bien pequeño y estrecho y suficientemente incómodo puede resultar tener que comer en la barra, con lo que eso conlleva (poca intimidad en la conversación, cercanía a la cocina y sus lógicos trajines, el hecho de que el grifo de cerveza esté justo al lado del codo...) como para que encima el entretenimiento de los camareros sea comentar sobre los clientes, pero además con descaro y, a mi parecer, poca educación... detalles que afean mucho la estancia. Quizás sea yo muy "mijita" pero hubo más que un par de detalles que no estuvieron nada bien. Ví con mis propios ojos a la camarera mirando fijamente y cuchicheando con el otro camarero sobre los clientes, los clientes que estaban a mi lado les preguntaron si hacían caterings, porque habían probado algo parecido en una inauguración, y el camarero contestó con bastante desdén que "gracias a Dios no los hacían", que "solo es lo que les faltaba". No sé pero para mí sería un motivo de orgullo que alguien asocie alguno de mis platos con otro que han tomado en otro lugar, ya que la clienta estaba halagando el plato (sus famosos fideos negros) y el camarero parecía estar contrariado por este motivo... También hubo un momento donde los 2 camareros desaparecieron de la sala y desde donde yo estaba  les veía en la cocina, charlando con los cocineros e igual que antes, comentando de los clientes, ya que estos se asomaban por el ventanuco de la puerta de vaiven. En resumidas cuentas, señores, mejoren el trato al público y por lo que a mí respecta, se convertirán en uno de los sitios de referencia del centro histórico para tapear.

Suerte!